Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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Legislatura: 1881-1882 (Cortes de 1881 a 1884)
Sesión: 2 de junio de 1882
Cámara: Congreso de los Diputados
Discurso / Réplica: Discurso
Número y páginas del Diario de Sesiones: 142, 3961-3963
Tema: Base 5ª Arancelaria

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Pido la palabra.

El Sr. VICEPRESIDENTE (Gullón): La tiene V. S.

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): No voy, Sres. Diputados, a contestar al discurso del Sr. Balaguer; pero me pasa una cosa extraña. Se me trae y se me lleva continuamente y se citan [3961] mis palabras por cada cual como mejor conviene a su deseo, y es necesario que esto concluya y que cada uno se haga responsable de su conducta sin querer fundarla en compromisos que yo he cumplido.

El Sr. Balaguer supone que me comprometí a que no se discutiera la base 5ª, y eso es verdad; en cuanto de mí dependiera, dije que la base 5ª no se discutiría; pero no me comprometí a más; y todavía añadí a las comisiones de Cataluña y a los catalanes que me lo quisieron oír, que por mi parte no tenía prisa ninguna en que la base 5ª se discutiera, y que podían ir bien tranquilos. Pero ¿sabe el Congreso y sabe Cataluña, porque esto que voy a decir aquí es contestación, no sólo a las palabras del Sr. Balaguer, sino a los partes telegráficos que mandan de Barcelona; sabe Cataluña, y sabe el país, y saben los Sres. Diputados por qué ha venido al debate de la base 5ª? Pues por el Sr. Balaguer y sus amigos. Si en ello hay inconvenientes, si hay responsabilidad, la responsabilidad le cabe a S. S. por completo.

No di prisa ninguna a la Comisión que entiende en la cuestión de la base 5ª, y un día me encontré sorprendido por el Sr. Moret, su digno presidente, que me dijo tenía formulado el dictamen y le iba a presentar. Le supliqué que no lo presentara, que aplazara esa cuestión, porque así lo deseaban los catalanes, y ¡cuál fue mi sorpresa cuando me contestó: "Pues está usted completamente equivocado, porque los catalanes desean lo contrario, que se presente la cuestión y que yo dé dictamen! "

¿De quién es la responsabilidad de haber traído la base 5ª a discusión ahora: del Gobierno, o de los catalanes, que quieren echarla toda sobre el Gobierno?

Yo tranquilo estaba sin la discusión de la base 5ª.

De manera que, sepa Cataluña que este debate ha venido traído aquí por los que ahora hacen alarde de apoyar y defender más sus intereses.

Pero ya vino aquí la base 5ª, y ¿qué he hecho yo? ¿Pues no he hecho lo posible para que no se apruebe? Pues la base 5ª ¿no es el dictamen del Sr. Moret, y el Gobierno no ha desechado el dictamen del Sr. Moret, y el Gobierno no ha aceptado el voto particular del señor Torres, para que ese voto se apruebe?

He cumplido mi palabra; el planteamiento inmediato de la base 5ª está desechado por el Gobierno, habiendo suplicado el Gobierno a los Sres. Diputados que lo desechen. ¿Quién ha cumplido aquí los compromisos, S. S. o yo?

Se dice que hay un voto particular; ¿y qué tiene que ver el voto particular con la base 5ª? (Un Sr. Diputado: Es lo mismo.)

¿Lo mismo? Pues, Sres. Diputados, hagamos una cosa muy sencilla. Yo no he de ser más proteccionista que los proteccionistas; si queréis, vamos a desechar el voto particular, y todavía queda en pie el dictamen de la Comisión. Si es igual, aceptadlo. (Otro Sr. Diputado: No es igual.) ¡Ah! Pues si no es igual, ¿para qué lo decís? ¡Hasta dónde os lleva la exageración y el apasionamiento!

Antes os lamentabais de la base 5ª por las rebajas inmediatas que hacía sin compensación ninguna, sin información, y ahora se os da la información, se os alarga la rebaja, que no se hace más que a las Naciones convenidas, a aquellas con quienes tratamos.

¡Ah señores! ¡qué diferencia! Y al tratar este asunto, no quiero confundir a Cataluña y a los Diputados catalanes con el Sr. Balaguer y sus amigos.

Hace tiempo que no sé por qué misteriosa fuerza, no sé por qué razón, y si la sé no me la quiero explicar, el Sr. Balaguer hace tiempo que se ocupa sólo en crear dificultades al Gobierno, y lo que es peor para S. S., creárselas a Cataluña.

Conste, pues, que he hecho todo lo posible para, como dije en el Senado, cortar las uñas y arrancar los dientes a ese monstruo que la industria catalana, que los fabricantes catalanes creían que iban a devorarla. ¿Y por qué la iba a devorar? Por lo inmediato de la rebaja; porque se hacían concesiones inmediatas a todas las Naciones sin compensaciones de ningún género, sin cambio, de balde, incluso la Inglaterra; y la iba a devorar porque no había antes una información parlamentaria para conocer el estado, la situación de toda la industria española.

Pues si era por eso por lo que la base 5ª era tan temerosa para los catalanes, y nosotros le hemos quitado todos esos peligros, ¿qué más quieren, qué más pueden pedir el Sr. Balaguer y aquellos de los Diputados catalanes que le siguen?

Con el dictamen de la Comisión, dentro de seis años hubiera venido el derecho fiscal sin compensación de ningún género, hubiera venido el 15 por 100 como máximun de derechos para todas las Naciones, incluso la Inglaterra. Esto es la base 5ª en toda su integridad. ¿Y qué hacemos nosotros ahora? Pues previa una información parlamentaria, decidir si la rebaja se puede hacer en cinco años; y visto que se pueda hacer, aun acordada por la información parlamentaria, no se concederá a ninguna Nación sino a cambio de otras ventajas y de otras compensaciones.

Y como el Gobierno es dueño de apreciar si esas ventajas y esas compensaciones que las demás Naciones nos den son o no suficientes, si lo son en efecto se hace la rebaja, y si no lo son no se lleva a cabo y se deja para dentro de diez años. ¿Pero así en absoluto? Tampoco, Sres. Diputados, tampoco Cataluña; dentro de esos diez años se hará si las Naciones que traten con España, en cambio de esas rebajas nos conceden a nosotros otras con las cuales la industria en general, la producción y la riqueza española no podrán menos de alcanzar grandes beneficios.

¡Ah! ¿Esto es la base 5ª? ¿Pues qué quiere el señor Balaguer? ¿Quiere que adopte una solución determinada? Así es en efecto; y lo que quiere el Sr. Balaguer es que el Gobierno haga precisamente lo que S. S. no quiere, que se haga Gobierno de escuela; que el Gobierno diga: se acabó la base 5ª; aquí no hay más que soluciones proteccionistas, el Ministerio es proteccionista, y ni en el siglo que viene, ni en el fin de los siglos, ni nunca, se hará ninguna modificación en los aranceles. Eso es lo que no quiere hacer el Gobierno; eso es lo que no puede hacer, y esas exigencias y esas exageraciones no las debe tener S. S., si en algo estima, más que su amor propio, los intereses del país que viene aquí a defender; porque ante esas exigencias y ante esas exageraciones vendrían otras exigencias y otras exageraciones, con las cuales indudablemente no habría de ganar mucho el Sr. Balaguer.

Yo no he dejado de cumplir ni uno sólo de mis compromisos; no pude nunca hacer en absoluto la promesa de que la base 5ª no se tocaría en diez años; eso no lo hice como promesa; deduje una consecuencia de la duración del tratado de comercio con Francia. Yo decía entonces, y repito ahora: asusta a los industriales españoles la larga duración del tratado con Fran- [3962] cia; y añadía que a nadie menos que a los industriales catalanes debía asustar eso. ¿Y por qué no debía asustarles? Porque lejos de serles perjudicial, les es favorable. ¡Que los tratados duran diez años! ¡Que nos ligamos por diez años con las Naciones con quienes tenemos hechos tratados! Pues eso es lo mismo que decir que las sucesivas rebajas de la base 5ª, que tanto os asustan, quedan muertas en esos diez años.

Por manera que, lejos de deplorar la industria catalana la larga duración del tratado, debe por el contrario aplaudirla, porque no tiene nada que temer, si es que realmente debe temer algo, durante todo ese tiempo. Pues el voto particular del Sr. Torres no es más que eso; el voto particular del Sr. Torres no es realmente otra cosa que la consignación de esa promesa en un precepto legal. ¿Qué dice el voto particular? Que a los cinco años, y previa una información parlamentaria, se acordará si se debe hacer una segunda rebaja; y llegado el caso de que se haga, no se aplicará a ninguna Nación, ni aún a las Naciones con las cuales tengamos celebrados tratados, sino a cambio de otras rebajas en sus aranceles, sino a cambio de otras compensaciones.

¿Se niega Francia a que se denuncie el tratado antes de diez años? ¿Quiere aguardar a que pase ese espacio de tiempo? Pues no hay rebajas. ¿Es que quiere, es que permite denunciar su tratado antes de espirar ese plazo? Pues ha desaparecido el grave inconveniente que para vosotros tiene, cual es el de la duración; porque después de todo, hasta el mismo Sr. Balaguer, sin más condición que la de que el tratado pudiera denunciarse con un año de antelación, le hubiera aceptado. Ya ve el Sr. Balaguer como no tiene nada de perjudicial el voto particular del Sr. Torres para la industria catalana.

Si no se consigue nada, si Francia no quiere denunciar su tratado en diez años, la base 5ª continúa lo mismo; no hay más rebaja, que es lo que los catalanes quieren; y en último resultado, si Francia se presta a denunciar el tratado, si hace modificaciones en nuestro favor, habremos hecho un gran servicio a la industria española, y habrá desaparecido el inconveniente que el tratado tenía para nosotros. Por manera que en ningún caso pierde Cataluña con el voto particular del Sr. Torres.

No es así como se defienden bien los intereses de Cataluña, y yo me atrevo a creer que no son los de Cataluña los que se discuten aquí. Puede ser que se discutan otra clase de intereses: yo no me meto en ello, no tengo para qué entrar en esta cuestión: defiéndalos S. S. como quiera, pero no diga que yo no he cumplido mis compromisos, y déjeme a mí en paz. No quería que se discutiese ahora la base 5ª, y la han hecho SS. SS. Discutir; yo no he de ser más proteccionista que los proteccionistas. Y ya que se me ha hecho discutir, he hecho todo lo posible para arrancar, como dije un día, los dientes y quitarle las uñas a ese monstruo de la base 5ª, habiéndola convertido en un voto particular que se parece tanto al dictamen de la Comisión como? en fin, como a las cosas más contrarias.

Yo he hecho todo lo posible por que en el voto particular estén contenidas todas mis promesas; la de que no se haga rebaja ninguna, ni aun de las que comprende la antigua base 5ª, sin que haya la debida reciprocidad por parte de las Naciones que hayan de aprovecharse de ella; la de que antes de que empiece la rebaja haya una información amplísima, donde se oiga al comercio, a la industria, a la fabricación, a todos los ramos de la producción de la riqueza de este país. Además he alargado cuanto me ha sido posible ese plazo fatal, que en último resultado no es plazo fatal en el voto del Sr. Torres, y que sí lo es en el dictamen de la Comisión, porque en él se viene a los seis años a los derechos fiscales, y según el voto particular del Sr. Torres se viene a los derechos fiscales sólo como margen para tratar con las demás Naciones, concediéndoselos a aquellas que en cambio nos den a nosotros lo que a nuestra producción y a nuestra riqueza convenga.

Por consiguiente, sepa el Sr. Balaguer que yo he cumplido mis compromisos en absoluto, completamente, como estoy dispuesto a cumplirlos en adelante en todo lo demás que haya ofrecido; y sepa también Cataluña que yo no he podido hacer más de lo que he hecho por ella. ¡Ojalá S. S. me hubiera ayudado, en lugar de contrariarme! Es posible que Cataluña hubiera sacado más provecho. He dicho. [3963]



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